Al empezar con la traducción del guión de la obra El Padre, del escritor y dramaturgo Florian Zeller, el productor Guillermo Wiechers tomó la decisión de no ambientar la historia en las ciudades europeas donde ya se ha retratado, sino hacer que el escenario donde ocurre el drama sea México.
Si optó por dar ese giro a la historia, cuya versión fílmica de 2020 protagonizada por Anthony Hopkins le valió dos Óscares, a Mejor Actor y Guión Adaptado, es debido a que tiene claro que la situación que presentan se afronta en todo el mundo.
“Para mí esto va sobre lo doloroso que es ver a alguien cercano perder la lucidez, perder la autonomía, este dolor es tan fuerte en Barcelona, como en Tokio o la Ciudad de México. Todo lo trajimos a la capital de este país y a partir de ahí hay que tomar ciertas decisiones para no perder este nivel de realismo y este nivel de dureza.
“Es un juego muy interesante porque el autor es muy contundente con lo que implica perder la memoria o no tener conciencia del lugar y el espacio en el que uno está conviviendo con la gente cercana. Ahí radica la inteligencia del autor, finalmente va sobre la universalidad”, consideró Wiechers en entrevista.
La obra está prevista para ofrecer funciones del 17 de noviembre al 21 de enero de 2024, en el Teatro Fernando Soler, con las actuaciones protagónicas de Luis de Tavira y Fernanda Castillo. Ellos, dijo el productor, tendrán cerca del 80 por ciento de las escenas juntos.
Anteriormente ya se había presentado esta obra con Ignacio López Tarso y Érika Buenfil.
El equipo detrás del montaje, también producido por Alejandro Gou y Óscar Uriel, lleva cerca de cinco semanas de trabajo de mesa para alistar los detalles, en los cuales ha sido vital el trabajo de Fernanda Castillo.
Si bien la actriz ha destacado en comedias, como Una Mujer Sin Filtro, así como en programas como El Señor de los Cielos, Wiechers resaltó su experiencia teatral, que incluye los montajes Cabaret, Hoy No Me Puedo Levantar y, recientemente, Siete Veces Adiós.
Incluso Castillo fue quien sugirió que consultaran a una geriatra para dimensionar más aquellas historias que quieren llevar al público con El Padre.
“La geriatra nos hablaba de cómo es que a nivel emocional familias enteras colapsan por el desgaste que les implica estar frente a alguien que frecuentemente pregunta quién es ese familiar tan cercano. De pronto cambia hasta la noción del tiempo, la noción de las generaciones, se olvida si ya comieron.
“Hace tres semanas me di cuenta que Fernanda ya soltaba el libreto y puede ver al maestro De Tavira a los ojos, porque es una mujer que se va a su casa y sigue estudiando el libreto y cuestionando para tener más claro qué es lo que tiene que resolver en cada una de sus escenas”, remarcó el productor.
Créditos: Reforma
